DEFENSOR DEL PUEBLO ARGENTINO
Convencido. Para Mondino, el sistema carcelario está en crisis. Foto: LaVoz / Ismael Fuentes Navarro
Mondino advierte sobre la inserción del narcotráfico
El defensor del Pueblo de la Nación asegura que el creciente mercado de la droga es una de las principales causas del hacinamiento en las cárceles del país.Juan Federico
De nuestra Redacción
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El defensor del Pueblo de la Nación tiene varios frentes abiertos. Desde hace más de un año machaca sobre la urgente necesidad de implementar un plan de seguridad vial. Ahora, hace pocos días, logró que un juez declarara inhabitable al vetusto edificio de la ex cárcel de Encausados de la ciudad de Córdoba, hoy denominada Unidad de Contención del Aprehendido (UCA).
Al abordar este último punto y el colapso del sistema penitenciario a nivel nacional, en el que las cárceles superpobladas son la regla y no la excepción, Eduardo Mondino busca rastrear las causas del por qué de tantos detenidos. Y entre ellas, el ombudsman dice encontrar un factor que predomina: la explosión de la venta y consumo de drogas ilegales en el país.
"La Defensoría –comienza a explicar– tiene un trabajo hecho junto con el Observatorio Internacional de Prisiones en el que se realizó un relevamiento de las cárceles argentinas en 2006. El hacinamiento en los penales no es sólo un problema de Córdoba. El sistema penitenciario está en crisis en el país".
Al respecto, Mondino propone una visión integral del problema: "Todos los sectores que aportan al Ejecutivo y a la Justicia tienen que colaborar para resolver un tema, como el del servicio penitenciario, que es completo". "Muchas veces hay que definir un límite sobre cuántas personas está dispuesta a absorber el sistema", advierte.
–¿Ven una causa preponderante de el aumento de detenidos comparado con décadas anteriores?
–Hay causas complejas. En algún momento hubo un factor central, que fue el deterioro de muchos sectores que las crisis sucesivas fueron llevando a situaciones de marginalidad. Muchas veces la marginalidad obliga a las personas a delinquir para poder sobrevivir. Y en los últimos años hay un factor que tuvo una incidencia muy fuerte en la Argentina: la mayor presencia de la droga. En la última década, inserción del narcotráfico fue bastante importante en el país. Ese elemento es absolutamente explosivo en cualquier sociedad. Si además está ligado a cuestiones como la marginalidad y la pobreza, el individuo entra sin dudas en un círculo violento.
–La incidencia de la droga es cada vez más visible en los conflictos sociales violentos que ocurren en ciertos sectores de la ciudad de Córdoba. ¿Por qué llegamos a esta situación?
–Muchas veces en la Argentina compramos eslóganes. Un día se nos ocurrió decir que éramos un país petrolero, cosa que nunca existió, y hoy sufrimos las consecuencias de la falta de energía. Y alguna vez compramos que sólo éramos un país de tránsito (de droga). Y eso fue un latiguillo instalado a propósito por los sectores que terminaron comercializando la droga en nuestro país. Recién ahora nos damos cuenta de que eso fue una ficción, que en Argentina hay un mercado para la droga que crece. Es un negocio de alto poder adquisitivo que tiene una gran capacidad de corrupción.
País productor
–Distintas investigaciones realizadas en ese sentido avalan el hecho de que el país es productor y consumidor de drogas ilegales.
–Hoy hay investigaciones que dicen que no sólo somos un país de tránsito sino también de producción. Si no hubiéramos incorporado estos eslóganes culturalmente, tal vez hubiéramos tenido una sociedad que habría advertido con mayor anticipación este fenómeno y se hubiera preparado. Algunas veces, cuestiones que se instalan como una verdad superior generan un alto perjuicio a mediano y largo plazo.
–Y cada vez es menor la edad de inicio de los que consumen drogas...
–Y además cada vez con elementos más duros. El Paco se está instalando con niveles alarmantes. En Córdoba ya hay alertas peligrosas en este sentido. Es un elemento que mata, es un veneno. Son temas que a veces uno no ve y que deberían formar parte de la agenda pública. En Córdoba, estamos siguiendo el amparo que cinco mil vecinos presentaron contra las drogas, pedido que genera un precedente importante y nos interesa porque nosotros defendemos la acción colectiva. Hay que seguirlo para ver cómo se consolida desde el punto de vista jurídico.
En los primeros días de este mes, el juez de Control Gustavo Reinaldi ordenó al Gobierno provincial que desalojara en 60 días la Unidad de Contención de Aprehendidos (UCA), ya que sus condiciones edilicias son tan indignas y deplorables que alojar allí a un detenido sería violar la Constitución Nacional.
La medida fue resuelta en virtud a dos hábeas corpus presentados por el Defensor del Pueblo de la Nación, que advertía sobre el deplorable estado del edificio.
"¿Cómo llegamos a la UCA? Por la vía menos pensada. En octubre del año pasado, una señora a la que le detuvieron el hijo durante el fin de semana por una contravención, cuando fue a verlo notó las condiciones del edificio, me escribió un mail en el que me contaba el estado de esa cárcel y que su hijo tuvo que pasar el fin de semana alojado en un pabellón que compartía con detenidos que el lunes siguiente tenían que presentarse a declarar por homicidios u otros hechos graves", relata Mondino.
"Esta denuncia –cuenta– hizo que nosotros mandemos una comisión a la UCA para hacer un relevamiento. Al hacerse, ahí mismo planteamos el hábeas corpus".
Esta solicitud judicial tuvo un efecto casi inmediato: se separó a los contraventores de quienes eran acusados de delitos mayores, se arregló la caldera y se contrató un servicio médico. "Pero lo que no se resolvió fue el tema edilicio", resalta el ombudsman.
El 15 de febrero, la Defensoría realizó otra inspección en la UCA. "Ahí solicitamos medidas adicionales, y planteamos que la cárcel no estaba en condiciones de alojar detenidos", apunta Mondino."El juez respondió en nuestro favor y ahora la provincia deberá ver cómo hace para desalojar esa unidad, si lo realiza en lo inmediato o de manera progresiva", agrega.
Al abordar este punto, el Defensor del Pueblo advierte que la posibilidad de volver a las comisarías como centro de detenciones es un riesgo. "Creo que hay que darle la oportunidad al gobierno para que vaya organizando algunas cosas. Como medida excepcional de corto plazo, las comisarías pueden ser útil para descomprimir una situación, pero hay que intentar que esto no se vuelva habitual. Nosotros vamos a seguir insistiendo en que mientras se soluciona el traspaso de los presos de la UCA a otro sitio, los detenidos sean alojados en condiciones dignas", explica.
–En Córdoba, ¿cómo notan la situación de los penales?
–Córdoba resolvió parte del problema con (la cárcel de) Bouwer. Fue un avance, pero es una lástima que se está superpoblando porque esto va a deteriorar todo lo bueno que significó. Lo que es imprescindible es darle un alto grado de profesionalización al sistema de guardiacárceles, que deben ser bien pagos y preparados.
–Y con la cárcel de barrio San Martín, ¿piensan realizar una presentación similar a la de la UCA?
–La vamos a evaluar. Por algunas cuestiones no tuvimos presentaciones como las de UCA, pero habría que evaluarla en el mismo contexto de la crisis penitenciaria en todo el país.
–¿En qué sentido se debería apostar en materia carcelaria a nivel nacional?
–Creo que hay que volver a tener el pensamiento de apostar a la recuperación del detenido. Más allá de si se logra o no, el Estado no puedo dudar en ese sentido. Lo que nunca puede hacer es resignarse; va en contra de la ley.
–¿Considera que hay un abuso de la prisión preventiva que redunda en la superpoblación de las cárceles?
–No sé si un abuso, pero me parece que a veces hay corrientes de opiniones que prevalecen en determinados momentos. En esos casos, los gobernantes deben tener el temple suficiente para escuchar esos reclamos, pero a su vez también saber con qué se cuenta. Un sistema no puede ser desbordado desde el punto de vista de tener detenidas a más personas que las que está preparado para resistir. El sistema penitenciario argentino es un sistema que hay que modificar porque creo que llevamos un atraso importante.
Convencido. Para Mondino, el sistema carcelario está en crisis. Foto: LaVoz /
Saludos
Rodrigo González Fernández
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