Representantes de las más variadas vertientes de los movimientos sociales y de la sociedad civil se preparan para participar de la segunda edición del Foro Social Chileno 2006, que se realizará en los próximos días 25 y 26 de noviembre. Adital entrevistó a Alvaro Ramis, del Centro Ecuménico Diego de Medellín, integrante del comité organizador, sobre las perspectivas y la importancia del evento en el sentido del fortalecimiento de los movimientos sociales dentro del actual contexto político del país.
Adital - En el contexto actual de Chile, cómo se realiza el II Foro Social? ¿Cuál es su grado de importancia?
Alvaro Ramis - Chile aparece frecuentemente en la prensa internacional como un país estable en los político y en lo económico. Lo que no se evidencia es el enorme costo social y ambiental que ocultan las cifras oficiales. En ningún país de latinoamérica la herencia maldita de la dictadura ha sido tan fuerte, ya que la actual constitución chilena fue diseñada por los ideólogos de Pinochet para "amarrar" a perpetuidad el modelo económico neoliberal y consolidar una democracia "protegida", que imposibilite el ejercicio de la soberanía popular. Esta situación explica que las tensiones sociales se acumulen, estallen en forma episódica, pero no logren cambios importantes. En este año esta conflictividad social se ha hecho patente en diversas manifestaciones muy fuertes, como la de los estudiantes secundarios, en mayo y junio. Pero también se han dado otros casos, ligados a la crisis de los servicios públicos, o a graves conflictos ambientales y laborales. El II Foro Social Chile quiere aportar en la visibilización y articulación de estos procesos de lucha, que frecuentemente llevan adelante sus demandas de modo fragmentado. Romper el aislamiento y encontrar elementos comunes de diagnóstico, análisis y de propuesta es una tarea de suma urgencia, porque en todos estos casos la solución supera las posibilidades de un movimiento que actúe de modo aislado, y es necesario buscar estrategias más amplias, que sean capaces de desafiar los límites políticos e institucionales a los que nos enfrentamos.
Adital - En esta edición habrá dos Tribunales Ciudadanos que juzgarán dos casos: la Constitución vigente y la transnacional Barrick Gold Corp. ¿Por qué elegir esos dos casos?
Alvaro Ramis - Porque son dos ejemplos muy claros de estas limitaciones estructurales, que imposibilitan el ejercicio de la democracia y desconocen los derechos económicos, sociales y culturales de la ciudadanía.
La constitución de 1980, a pesar de haber sido dictada de forma ilegítima por la dictadura, sigue operando como una limitación estructural a la democracia. No solamente porque impone el famoso sistema electoral binominal, que actúa como factor de exclusión de las minorías políticas. Bajo esta constitución no importa quién administre el poder del estado. Ni siquiera una presidenta progresista como Michelle Bachelet esta capacitada para cambiar las políticas educacionales o de salud pública, o el sistema de pensiones. En todos estos casos se va a encontrar con que requiere de altos quorums parlamentarios (en muchos caso del 75% del parlamento), definidos por la constitución y no podrá hacer nada sin el acuerdo de la derecha. Incluso frente a realizar cambios menores, la oposición puede recurrir al tribunal constitucional para paralizar una reforma que considere contraria a los intereses empresariales, como ocurrió a principios de este año cuando el parlamento aprobó una nueva ley sobre la subcontratación de trabajadores. Está en el "espíritu" de la constitución subordinar todos los derechos al derecho de propiedad, incluso el derecho a la vida. Por lo tanto la ley siempre va a resguardar los intereses empresariales e imposibilitará que el Estado se oriente a tareas productivas y de protección social.
En el caso de Barrick Gold, se trata de un ejemplo brutal del poder de las transnacionales, que amparadas por la legislación chilena, imponen su voluntad a despecho de los intereses sociales y de la protección del medio ambiente. En este caso se trata de una explotación de oro en el valle de Huasco, que dañará irremediablemente los glaciares que permiten que exista un curso de agua en medio del desierto. La sobrevivencia de la agricultura campesina, e incluso el agua potable de las localidades de este valle, se verá afectadas de un modo alarmante. Sin embargo, Barrick Gold ha contado con el apoyo directo o indirecto del Estado para continuar con los preparativos para iniciar su faena minera. Es un caso que ejemplifica muy bien los efectos de las políticas neoliberales y de la institucionalidad política de Chile.
Adital - Otra novedad es el "Forito". ¿Cuáles son las principales demandas de los niños y niñas que hoy viven en Chile?
Alvaro Ramis - Los niñas y niñas han cobrado gran protagonismo en este año, denunciando las enormes desigualdades en la educación. Sus protestas han desmentido que la extensión de la cobertura educacional baste para lograr desarrollo y equidad. En Chile no faltan escuelas, pero las diferencias en los recursos y en el financiamiento escolar imposibilita que la educación cumpla un papel de movilidad social. Al contrario, la inequidad entre la educación pública y privada, la creciente privatización de la educación y su conversión en un negocio desregulado, la han convertido en un atractivo mercado para grupos inescrupulosos, incluso para las mafias, que hoy controlan no pocos colegios.
Los niños y niñas de Chile aspiran a un nuevo protagonismo en nuestra sociedad, que les deje de ver como objetos de políticas públicas y les reconozca su capacidad como sujetos activos y críticos. Y tal como lo han hecho en este año es evidente que los están consiguiendo cada vez más.
Adital - Cómo evalúan ustedes la participación de los movimientos sociales en el evento?
Alvaro Ramis - En esta ocasión el programa contempla la participación de un centenar de organizaciones que han inscrito cerca de 170 temas, paneles y actividades en el Foro. Es un espectro muy variado de organizaciones, que va desde ONGs muy institucionalizadas y con muchos recursos hasta grupos juveniles autónomos y colectivos de pobladores. No podemos decir que en el Foro Social va a estar toda la sociedad civil Chilena, pero al menos es una muestra muy significativa de su diversidad cultural, sexual, política, religiosa, y etaria.
Adital - Cree ustedes que los foros que se llevan a cabo en varios países han alcanzado sus objetivos? ¿De qué forma eso puede ser observado?
Alvaro Ramis - En 2004 el primer Foro Social Chile tuvo mucho impacto ya que se realizó en paralelo a la cumbre APEC y a la visita de George W. Bush. En esta ocasión no contamos con este "gancho", por lo cual no es una actividad que cause tanta polémica como en 2004. Pero esta situación ha permitido atraer a otras organizaciones que ahora se han atrevido a participar. La debilidad sin duda es la falta de cobertura comunicacional, que nos ha costado vencer. En este momento parece que el único tema que parece importar a los medios de comunicación es la corrupción de los partidos políticos. Ese es un tema importante, que se va a discutir en el Foro, pero sin duda se trata de ocultar todos los otros problemas.
Por otra parte, los resultados más grandes de un Foro Social no son fácilmente visibles, ya que pasan por el grado de articulación y desarrollo que alcancen las organizaciones participantes. Lo más valioso es terminar el proceso alcanzando más redes y apoyos de sectores diferentes a los que ya conocen el problema o la temática que aborda el propio movimiento. Por eso un Foro Social exige delimitar lo que se puede y lo que no se puede conseguir en unos espacios así. No se trata de exigir al Foro que realice la función de un "super movimiento" o que tenga que tomar resoluciones. Como ha dicho Chico Whitaker, si los movimientos sociales están en un momento fuerte o débil, no es responsabilidad del Foro. Pero el Foro es un espacio útil para debatir esa situación, y eso si puede marcar una diferencia.