NOS ATRINCHERAMOS EN LO PRIVADO:
El ciudadano, los partidos políticos, el hombre y mujer actual se ha atrincherado en lo” privado” y ha dejado el territorio que le corresponde en la sociedad abandonado, desprotegido para que lo ocupe el Estado y está renunciando al arma más eficaz para la defensa de la sociedad: la unión con sus semejantes. Estamos con Rubiales cuando señala: “Este retiro a los confines de lo privado trae consecuencias: desconfianza frente a lo público, individualismo, egoísmo, desilusión por lo colectivo, caída de la solidaridad, desprecio por los valores vitales de la cultura moderna como son la universalización, y la comunicación, la fraternidad.
Desde esta nueva trinchera de lo privado, el hombre abraza la terrible paradoja de anteponer su pequeño mundo privado, en el que se siente soberano, a los amplios horizontes que trae consigo la globalización. Pero lo más terrible de esa estrategia es que pulveriza el concepto de “Polis” y dinamita la democracia, que no es otra cosa que la voluntad humana de vivir en común.
Pero porque sucede todo esto: porque los poderes públicos lo invaden todo, es la ocupación de la Sociedad por parte del Estado junto a sus instrumentos de Poder. Es demasiado fuerte el Estado, es el dueño de la Fuerza, del presupuesto nacional, de las leyes, del aparato represivo de una cantidad enorme de servidores públicos y de mil recursos más frente a una sociedad civil muy débil cuyos únicos poderes reales el la capacidad de debatir y de influir. Entonces hay que fortalecer la sociedad civil para equilibrar las energías para que surja una democracia verdadera. En definitiva dos son las formas de afrontar al Estado: primero crear una capacidad de unir a los ciudadanos en torno a y deas y objetivos comunes y en segundo lugar buscando los canales para “influir”. Pero como se logra influir: bueno, mediante los medios de comunicación, la protesta colectiva, las campañas de opinión, y finalmente en algunos casos el boicot. Con el debate, la sociedad civil organizada va a contagiar las ideas y va a crear estados de opinión Entonces hay que convertir a los ciudadanos en actores y evitar que se produzca aquello de que …no hay nada que hacer … ya que éste el peor enemigo de la conciencia ciudadana.Más en consultajuridica.blogspot.com