Bachelet visitó campo de torturas | |||
En un hecho histórico, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, visitó este fin de semana Villa Grimaldi, el centro de torturas donde estuvo detenida junto a su madre durante el gobierno militar de Augusto Pinochet. Bachelet condenó el olvido, recordó a quienes no sobrevivieron y anunció que Chile acatará los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. "Son horas de evocación dolorosa, son minutos de recuerdos tristes, es un instante en que se miran tiempos de terror pero ante todo este es un momento para reivindicar la vida, la libertad, la dignidad y la paz, para reivindicar lo central que aquí siempre existió, esa tremenda humanidad, esa tremenda solidaridad entre todos quienes estuvimos acá", dijo emocionada. En 1975, Bachelet y su madre fueron secuestradas y trasladadas con los ojos vendados a este centro clandestino, donde luego fueron separadas y sometidas, al igual que miles de chilenos, a interrogatorios y torturas. En ese entonces, al interior de Villa Grimaldi se daba un ambiente de degradación generalizada, donde los prisioneros permanecían en condiciones infrahumanas. Evocación dolorosa Organismos de derechos humanos estiman que alrededor de 4.500 personas estuvieron detenidas y 300 desaparecieron en este campo de concentración. Hoy, Villa Grimaldi está convertida en un "Parque por la Paz", donde se realiza un importante trabajo cultural y educacional en materia de derechos humanos.
Rodrigo del Villar, presidente de la corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, explicó a BBC Mundo la importancia de lugares como éste para recuperar la memoria del país y destacó la trascendencia de gestos simbólicos como la visita de Bachelet. "Esto es casi un sueño, es un reencuentro con esos fantasmas, con esa historia terrible que todos vivimos acá pero por otro lado es reafirmar que el tema de los derechos humanos hoy día es trascendental si queremos tener un país distinto; uno tiene que ser capaz de mirar atrás, reconocer los errores para que el futuro sea de felicidad, de libertad para toda la gente y fundamentalmente pensando en las nuevas generaciones". Recuperar la memoria Michelle Droully es familiar de Jackeline, quien desapareció en Villa Grimaldi. "Es muy importante que venga la presidenta porque deja de ser algo marginal y pasa a convertirse en algo más oficial, es un acto en el que Chile asume que tiene una memoria histórica y que esa memoria hay que recuperarla". Bachelet y su madre, Ángela Jeria, recorrieron los lugares por donde fueron obligadas a caminar hace más de treinta años como prisioneras políticas, visitaron el sitio donde estaban las celdas y la torre, una construcción donde muchos de los detenidos desaparecieron. Fue una jornada marcada por el simbolismo en la cual Bachelet también inauguró el teatro por la memoria, donde se estrenó la obra "Arqueología de la Memoria", del artista chileno Quique Cruz, quien también es sobreviviente de Villa Grimaldi. "Estos actos son una oportunidad y una manera de hacer un reconocimiento para que esto nunca más vuelva a ocurrir y para que las nuevas generaciones entiendan, comprendan y valoren la democracia, el diálogo y el entendimiento", dijo a BBC Mundo Jorge Parragué, un asistente al acto. Nunca más Bachelet destacó el esfuerzo que durante años muchos han realizado para poner la memoria en el espacio público y reafirmó el compromiso de su gobierno con los derechos humanos. "Es un emocionado recuerdo y un apoyo estricto a la gran tarea que es garantizar que en nuestro país nunca más volvamos a vivir lo que vivimos en esos años". El gobierno, organismos de derechos humanos y un amplio sector de la sociedad chilena consideran que la visita de Bachelet a uno de los principales centros de tortura del gobierno de facto de Augusto Pinochet es un paso indispensable para reconciliar a Chile con su historia y construir en paz el futuro. |