Municipales 2008
Un alto conocimiento de los alcaldes por parte de sus vecinos, que contrasta con igualmente alto desconocimiento de sus parlamentarios, es una de las principales conclusiones del estudio desarrollado por Subjetiva para la Corporación Giro País, el que fue reproducido en parte en el diario La Tercera del domingo pasado.
A seis meses de las elecciones municipales, el estudio aporta una mirada subjetiva sobre el escenario local.
Un escenario que sigue determinado por un patrón electoral envejecido (sólo el 18% de los menores de 24 años dice estar inscrito en los registros electorales) y por una sensible desvinculación territorial: sólo el 77% está inscrito en la comuna donde vive actualmente.
Una de las dimensiones relevantes en un comicio local es la satisfacción de los vecinos. El 76% de las personas señala que no se cambiaría de la comuna donde vive; más relevante aún, dicha satisfacción es relativamente transversal en términos socioeconómicos (entre los más pobres un 26,2% se cambiaría de comuna v/s el 8,4% de los más ricos). Entre el 23 % que dice que le gustaría cambiarse de comuna, encabezan las preferencias no las de mayor ingresos o status social, sino fundamentalmente comunas de clase media, consolidadas o emergentes: Ñuñoa (13%), Maipú (11%) y La Florida (10%). ¿Qué significa lo anterior? ¿Falta de expectativas o aspiraciones o simplemente satisfacción con la comuna, aspirando a seguir mejorando su calidad de vida dentro de ellas?
Los encargados, en parte, de acercar a la realidad estas expectativas son los alcaldes. Ellos tienen – como se señalaba- un alto conocimiento en la población: un 79,1% de los entrevistados es capaz de dar el nombre y apellido de su alcalde. Lo anterior contrasta con el 80% que no conocen a ninguno de sus dos diputados y el 93.1% que no recuerda ninguno de los nombres de los senadores de su circunscripción.
Entre las principales razones dadas para votar por un alcalde, los entrevistados señalan: en primer lugar, que tenga conocimiento de los problemas de la comuna (57%); seguida muy de cerca por su honradez y transparencia (51%). Solo un 9% de los entrevistados menciona la afinidad política con el candidato.
Dicha expectativas contrastan vivamente con las que se tiene de los partidos y su capacidad para responder a ellos a través de sus candidatos. Un 69% de los entrevistados no identifica a ningún partido como capaz de presentar postulantes más honrados; en tanto, alrededor de un 50% no distingue a una colectividad que pueda llevar candidatos que escuchen a la gente como uno.
Fuente: Encuesta Presencia 800 casos, Gran Santiago. Enero 2008
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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