Como hace algunos días, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) inyectó nuevamente recursos en el sistema financiero para entregar liquidez y aumentar la confianza de los inversionistas. Sin embargo, pese a la acción del Banco Central del país norteamericano, las bolsas mundiales cerraron otra vez a la baja.
Ayer, el Dow Jones de Nueva York perdió 0,12%, en Europa los índices terminaron con su mayor baja en casi cinco años, mientras que en Asia el panorama no fue distinto. En Chile, la Bolsa de Comercio de Santiago no fue la excepción y terminó la jornada con una caída del Índice Selectivo de Precios Acciones (IPSA) de 4,03%.
Según la consultora Economática, el valor de mercado de 775 empresas transadas en los mercados de siete países latinoamericanos se ha reducido en US$ 322 mil 200 millones en menos de un mes. En el caso de Chile, las 148 compañía listadas en la bolsa local perdieron 17 mil 300 millones de dólares, en menos de un mes.
Si bien el problema sigue acotado al ámbito financiero, los expertos no descartan que impacte a la economía real en el corto plazo.
En opinión del profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosin, la crisis del crédito hipotecario en Estados Unidos ya afecta a la industria inmobiliaria de ese país, con un descenso dramático de la construcción de nuevas viviendas y un importante encarecimiento del crédito. "Una caída en la construcción va a implicar una tasa de crecimiento mucho menor en Estados Unidos. Ahora las casas valen mucho menos que el endeudamiento que tienen muchos consumidores, lo que afectará el consumo de las personas. Esto nos habla de una disminución de la tasa de crecimiento o incluso una recesión en Estados Unidos", dijo.
Al caer el ritmo de crecimiento en la primera potencia mundial -agrega- podría afectar a China. "lo que indudablemente va a implicar una baja dramática en los commodities, incluyendo el cobre".
Sostuvo que los actuales desequilibrios pueden derivar en un riesgo de mayores proporciones, fundamentalmente por la "oscuridad" de los instrumentos financieros que generaron la crisis. "Quizás no hemos visto todavía los efectos más fuertes. Los bonos con problemas están respaldados por hipotecas que no están siendo pagadas, por lo que no se pueden vender. Como no se transan, no se sabe cuál es el precio, ni cuanto están perdiendo las instituciones que tienen estos títulos. Además, estos papeles han aparecido en los lugares más inverosímiles como carteras de bancos alemanes o australianos".
En tanto, para el investigador del Centro Nacional de Desarrollo Alternativo (Cenda), Manuel Riesco, en el actual escenario el cierre del mercado del crédito es total, "y en este momento en el mundo no le están prestando plata a nadie, menos a los chilenos".
En su opinión, las limitaciones para obtener préstamos tiene efectos inmediatos y de gran magnitud sobre la actividad económica. "Se acabaron las compras de terrenos y construcciones a precios de loco. La subida de la Bolsa chilena también se terminó. Lamentablemente, también se verán afectados todos los negocios sanos".
Andrés Velasco
Pese al complejo escenario, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, aseguró que la economía nacional está preparada para enfrentar la volatilidad en los mercados.
"Estos son los momentos en los cuales vemos los beneficios de tener una economía sólida, una situación fiscal ejemplar, fondos de estabilización que hemos acumulado con el esfuerzo de todos, un sistema financiero bien capitalizado y bien regulado, un Banco Central con alta credibilidad, todas estas cosas nos permiten mirar con atención, pero también con tranquilidad este período de turbulencia en la economía mundial y en especial en los mercados financieros mundiales", sostuvo.