La postura de monseñor Alejandro Goic de solicitar un "salario ético" cercano a los 250 mil pesos para mejorar la situación de los trabajadores en Chile encontró una respuesta negativa por parte del presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Hernán Somerville, quien dijo entender que la Iglesia se haga presente como voz moral, pero llamó a un debate técnico para analizar la situación.
"El rol de la Iglesia es señalar este tipo de situaciones, así que desde esa perspectiva creo que las autoridades morales y religiosas al plantear estos temas es algo muy válido. Lo que uno tiene que esperar es que las respuestas a estos tremas, que también se plantean en Europa y otras partes del mundo, tienen que ser técnicas y muy profesionales, sin demagogias", manifestó a La Gran Mañana Interactiva de Radio Agricultura.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile sostuvo que un monto del orden de los 250 mil pesos sería adecuado para los trabajadores que ganan el mínimo, lo que a juicio de Somerville no se condice con la realidad económica y productiva de nuestro país.
"Esa cifra no sé de dónde sale y si eso se plantea como un salario mínimo no corresponde a la realidad. La gran empresa chilena probablemente paga más que eso, pero muchas Pymes no lo pueden pagar. Ese ingreso, si se quiere complementar con aportes estatales esa es otra discusión, pero como salario mínimo no es un tema que sea aceptable", aseguró.
"Toda esta discusión bienvenida, pero que se haga sobre bases técnicas, sólidas, profesionales, y que no afecten el crecimiento del país, porque sino hay crecimiento todo esto es irreal", agregó.
El ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio planteó que debe hacerse un debate serio y profesional para tratar esta materia, y sostuvo que es el Estado el que se debe hacer cargo de mejorar los montos si es que así se define tras el necesario análisis.
"Habiendo ya descartado que se paguen salarios que no se condicen con la productividad, y que el énfasis tiene que estar en la capacitación y la educación, hay que hacer un balance fino y hay que tener una discusión. Tienen que examinarse todas las alternativas para ver con qué recursos el Estado puede financiar esto", expresó.
La falta de capacitación que redunda en bajos niveles productivos es a juicio de Somerville una de las causas del bajo salario mínimo, y el abogado recalcó que una propuesta de subir los montos puede traducirse en mayor desempleo y en una situación mucho más delicada que la actual.
"Está discutido que con un salario mínimo mayor las Pymes dejan de dar empleo. A partir de eso vuelve el énfasis en cómo mejorar la productividad a través de una mejora en la educación y esa es la respuesta efectiva y real, y no señalar cosas que son técnicas artificiales, que lo único que pueden generar es algo distinto a lo previsto", manifestó.
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