TRANSPORTE DE SANTIAGO , UN ESCÁNDALO, CON VIOLACION A DERECHOS HUMANOS Y CIUDADANOS
Cortázar a un año del Transantiago: "Para cientos de miles de personas ha sido una experiencia muy dura"
En entrevista con La Tercera.com, el ministro de Transportes dice estar confiado que el 2008 será un mejor año para el plan de transporte capitalino.
Francisco Aguila A. LA TERCERA
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El 10 de febrero de 2007, el llamado 10/F, no sólo marco la puesta en marcha del Transantiago y del inicio de la más profunda reforma al sistema de transportes de la capital en las últimas décadas, sino que también significó un duro golpe en la vida cotidiana de la mayoría de los santiaguinos que ocupan el transporte público para trasladarse día a día.
A un año de las caóticas aglomeraciones de pasajeros en los paraderos, de los mea culpa de las máximas autoridades del país y de lo que se ha llamado profusamente como "el peor error de la Concertación", el ministro de Transportes, René Cortázar, se muestra confiado en que el trabajo al que se ha abocado cien por ciento desde que llegó a hacerse cargo de la reforma del sistema, tendrá sus frutos este año y que, sin duda, la ciudadanía podrá decir que el Transantiago del 10/F ya no existe. "Hoy es otro sistema de transportes", dice en entrevista con La Tercera.com.
No obstante, reconoce que los primeros doce meses del sistema se han traducido en un profundo trauma para los santiaguinos, en una "experiencia muy dura" y difícil de revertir en cuanto a percepción. Por ello, señala enfático que ni siquiera piensa en las vacaciones y que seguirá trabajando hasta que los usuarios cuenten con un sistema al menos "aceptable".
¿Cuál es su evaluación a doce meses de la puesta en marcha del Transantiago?
Bueno, el sistema partió con una crisis muy profunda y lo que ha ocurrido durante los primeros meses, especialmente, es que afectó muy intensamente la vida cotidiana de 5 ó 6 millones de personas. Desde ahí que el sistema ha ido gradualmente entregando un mejor servicio, gradualmente (repite). Y se tradujo, por ejemplo, en caídas fuertes en los tiempos de espera en los paraderos, que es uno de los aspectos que más inquietud produce en las personas, con justa razón. Pero más importante, incluso, ha sido que durante este período se ha ido rediseñando el sistema y hoy tenemos un sistema de transporte público con más de 6.400 buses, se cambiaron los contratos para que estén los incentivos para que los buses efectivamente estén en la calle y se cambió la estructura de recorridos a una flexible. Por lo tanto, es otro sistema de transporte.
Pese a estos cambios ¿cuáles son las falencias heredadas del diseño anterior y que aún persisten en el sistema?
Todavía los tiempos de espera son excesivos, especialmente en algunos horarios, por ejemplo en las noches, fines de semana y especialmente en algunas áreas de la ciudad. Esto ya no es homogéneo, hay áreas de la ciudad donde estos tiempos son excesivos. Por eso estamos trabajando para reducir esos tiempos.
Usted el año pasado se comprometió a renunciar en diciembre si el sistema no estaba normalizado. Eso no ocurrió y finalmente la Presidenta Bachelet terminó por rechazarle la renuncia. ¿Ahora usted se ha planteado algún nuevo plazo para "normalizar" el Transantiago?
No nos hemos planteado un plazo específico como hicimos la vez anterior. Ese plazo tuvo un objetivo muy especial, estábamos en la mitad de una crisis durante el mes de mayo y era importante mostrar un calendario completo hasta fin de año. Pero sin duda que estamos trabajando con un sentido de urgencia, de eso no cabe duda.
¿Cómo cree que los santiaguinos van a recordar estos primeros doce meses del Transantiago?
Ha sido una experiencia dura para las personas. Hay algunas personas (a las) que el sistema les ha respondido bien, pero para muchos cientos de miles de personas ha sido una experiencia muy dura, muy dura. Porque cuando se alargan los tiempos de viaje y se crea incertidumbre en términos de viaje se afecta la vida cotidiana de la gente y por eso hemos estado durante todo este año (2007) trabajando con un sentido de urgencia. Afortunadamente, a lo largo del año ya hemos puesto los ingredientes, ya tenemos los buses, ya estamos poniendo los recorridos, ya estamos instalando los sistemas de gestión de flota, y por lo tanto, ya vamos poniendo los ingredientes necesarios para ofrecer el sistema que se necesita.
Entonces el 2008 debería ser un mucho mejor año para el Transantiago...
Sin duda alguna. Esto va hacia arriba.
Dice que ha sido una experiencia dura para la gente. Pero ¿qué tan difícil ha sido también la tarea que le encomendó la Presidenta?
Ha sido una tarea muy grande y ha sido necesario un trabajo muy intenso. Pero a la vez estamos viendo ya los resultados.
Cree que en el corto plazo -y tomando en cuenta los cambios que se la han implementado al sistema- sea adecuado que se le siga llamado Transantiago?
Creo que lo más importante es cambiar la calidad de servicio. Después, el nombre es algo secundario. Lo importante es que las personas vean un servicio que mejora. Insisto, este sistema ya no es el Transantiago del 10 de febrero de 2007, ni en los buses, ni en los contratos, ni en la malla de recorrido, fue rediseñado, estamos en otro sistema que tiene que seguir mejorando.
Pero de todas formas los usuarios en las calles no dan cuenta de estas mejoras.
Siempre que hay experiencias traumáticas se produce esto. Que primero empieza a cambiar la realidad y sólo después se empiezan a juntar gradualmente las percepciones. Y lo que observamos durante el año 2007 fue eso, la realidad empezó a mejorar, los tiempos de espera empezaron a caer y, sin embargo, las percepciones estaban pegadas. Mejoraba el sistema, todos los indicadores lo mostraban, y venían las percepciones y estaban pegadas... eso es muy común. Sin embargo, ya hacia fines de diciembre las percepciones empezaron a repuntar. Porque la realidad empieza finalmente a tener su efecto.
Ahora en marzo el Transantiago será nuevamente exigido a su máxima capacidad con el retorno de las personas de sus vacaciones y los estudiantes en las calles. ¿Cómo llega el sistema a este nuevo hito?
Vamos a tener un mejor servicio que el que teníamos antes que las vacaciones empezaran. Ahora la vuelta siempre produce algunos desajustes, pero más allá de lo que ocurra uno o dos días en marzo, lo importante es que el sistema va para arriba.