La mirada del viejo comunista
LA STAMPA, Turín: "La senda de Raúl no sólo pasa por Washington, sino también por el fantasma de la oposición. En la propia Cuba ésta poco cuenta. (
) La oposición se halla sobre todo afuera, en el exilio, particularmente en Miami. En ese contexto es interesante constatar que además de los tradicionalmente inflexibles "gusanos", a los que les gustaría ver colgados a los dos hermanos Castro, existe una nueva generación de exilados. Esos exilados están mejor integrados en los EE. UU. y dispuestos a imaginarse una transición pacífica a través de negociaciones y sin derramamiento de sangre y levantamientos populares. Y hacia ellos dirige su mirada el viejo comunista, que quiere abrir su país al modelo chino."
Los diques pueden romperse
LE MONDE, París: "A la Revolución Cubana le pasa como a todas las revoluciones: ha devorado a sus propios hijos. Algunos fueron víctimas de la opresión, otros huyeron o se retiraron al exilio interior. Aquellos que permanecieron en el poder se apoyan en la Policía, las Fuerzas Armadas y el Partido Comunista. Hicieron de Cuba el último bastión del comunismo, que en el resto del mundo se ha desintegrado. El retiro de Fidel Castro no hará cambiar la situación de inmediato. Es probable que su sucesor no se anime a llevar a la práctica ni siquiera las reformas más mínimas por temor a abrir compuertas en el sistema. Pero en vista de la impaciencia de la juventud, que no cree en mitos ya desde hace tiempo, los diques pronto podrían romperse."
Gracias por el retiro
POLITIKEN, Copenhague: "A Fidel Castro debería agradecérsele por hacerle por fin el favor a Cuba de retirarse del poder absoluto. Y por completo. El paso no se produce ni un segundo demasiado temprano. Viéndolo sobriamente, seria bueno que el retiro de Fidel Castro hiciera escuela e inspirara a otros a emularlo. Robert Mugabe en Zimbabue, Mwai Kibaki en Kenia, Kim Jong Il en Corea del Norte, Ben Ali en Túnez, Alexander Lukashenko en Bielorusia y Bashar al-Assad en Siria deberían pensar también en jubilarse. El problema político no es su edad, sino su forma de ejercer el poder, la opresión y la corrupción. Por razones inexplicables, esos fósiles políticos son tolerados por el mundo con sorprendente paciencia. En el caso de Fidel Castro éste determina incluso hasta su necrológica. Las reformas en Cuba necesitan tiempo, se dice, no es recomendable tener demasiadas esperanzas. ¿Por qué no en realidad?"
Invierno del estancamiento
FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, Fráncfort del Meno: "El último dictador comunista en esta parte del mundo, que llevó a la "isla de azúcar" de la esperanzadora primavera de una Revolución contra el corrupto régimen de Fulgencio Batista a través de la segunda mitad del siglo XX hacia un aparentemente interminable invierno del estancamiento económico, político y social logró poner un pie incluso en el siglo XXI. Pero lo hizo como un constructor de ruinas tozudo, incapaz de acometer reformas y no dispuesto a conceder ningún respiro al empobrecido país."