 El muro cubrirá más de un tercio de la frontera entre los dos países. |
El último en sumarse a la polémica fue el presidente electo mexicano, Felipe Calderón, quien este domingo por la noche expresó su oposición a la idea de erigir una barrera física en las zonas claves de la frontera que separa a los dos países.
"La migración, debemos entender, no puede reducirse por decreto ni por obstáculos físicos que sólo generarán migrantes dispuestos a tomar mayores riesgos y en consecuencia, probablemente, producirán más muertes injustas en la frontera", dijo Calderón
El presidente electo mexicano -quien asumirá el poder el próximo primero de diciembre- hizo esta declaración en un discurso frente a los representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se encuentran reunidos en la capital mexicana.
"Es lamentable que en ciertos sectores de la política norteamericana no se haya podido comprender en toda su magnitud e integralidad el fenómeno migratorio", agregó Calderón.
El pasado viernes, el Senado de Estados Unidos aprobó con una cómoda mayoría el proyecto de ley sobre el muro, que ocupará 1.126 kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México.
Ecos
El proyecto debe ahora ser conciliado con una propuesta similar aprobada por la Cámara de Representantes y será ley cuando sea refrendada por el presidente, George W. Bush.
La Comisión Nacional por los Derechos Humanos (CNDH) de México lamentó la aprobación del proyecto.
En un comunicado, la institución pública autónoma expresó que el muro será "ineficaz y mortal".
También en algunos países de Centroamérica el avance del proyecto estadounidense generó fuertes críticas.
El presidente de Guatemala, Oscar Berger, expresó sus críticas al proyecto, diciendo que es "lamentable" y que los muros "no sirven para nada".
Berger tenía planeado debatir el tema en una reunión este lunes con Calderón, quien comenzará una gira que lo llevará por varios países de Centro y Sudamérica.
Mientras tanto, el arzobispo de San Salvador, Fernando Saenz Lacalle, expresó: "Ojalá que ellos (Estados Unidos) lo repiensen y vean que de todas maneras la inmigración es imparable".
| El muro cubrirá más de un tercio de la frontera entre los dos países. |
El último en sumarse a la polémica fue el presidente electo mexicano, Felipe Calderón, quien este domingo por la noche expresó su oposición a la idea de erigir una barrera física en las zonas claves de la frontera que separa a los dos países.
"La migración, debemos entender, no puede reducirse por decreto ni por obstáculos físicos que sólo generarán migrantes dispuestos a tomar mayores riesgos y en consecuencia, probablemente, producirán más muertes injustas en la frontera", dijo Calderón
El presidente electo mexicano -quien asumirá el poder el próximo primero de diciembre- hizo esta declaración en un discurso frente a los representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se encuentran reunidos en la capital mexicana.
"Es lamentable que en ciertos sectores de la política norteamericana no se haya podido comprender en toda su magnitud e integralidad el fenómeno migratorio", agregó Calderón.
El pasado viernes, el Senado de Estados Unidos aprobó con una cómoda mayoría el proyecto de ley sobre el muro, que ocupará 1.126 kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México.
Ecos
El proyecto debe ahora ser conciliado con una propuesta similar aprobada por la Cámara de Representantes y será ley cuando sea refrendada por el presidente, George W. Bush.
La Comisión Nacional por los Derechos Humanos (CNDH) de México lamentó la aprobación del proyecto.
En un comunicado, la institución pública autónoma expresó que el muro será "ineficaz y mortal".
También en algunos países de Centroamérica el avance del proyecto estadounidense generó fuertes críticas.
El presidente de Guatemala, Oscar Berger, expresó sus críticas al proyecto, diciendo que es "lamentable" y que los muros "no sirven para nada".
Berger tenía planeado debatir el tema en una reunión este lunes con Calderón, quien comenzará una gira que lo llevará por varios países de Centro y Sudamérica.
Mientras tanto, el arzobispo de San Salvador, Fernando Saenz Lacalle, expresó: "Ojalá que ellos (Estados Unidos) lo repiensen y vean que de todas maneras la inmigración es imparable".
RODRIGO GONZALEZ FERNADEZ
CONSULTAJURIDICACHILE.BLOGSPOT.COM
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SANTIAGO,CHILE
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